Estudio Bíblico del Autismo: Levítico 25:1-19

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Mis estimados,

Bienvenidos a una nueva entrada de blog acerca del Estudio Bíblico del Autismo. Este estudio es pionero en estudiar inductivamente la Biblia desde un punto de vista neurodivergente usando el bosquejo del proyecto exegético de un curso de Teología y Discapacidad que su autor tomó.

En esta ocasión, y con respecto al Jubileo 2025 dentro de la Iglesia de Roma, se intentará acomodar la perspectiva de este jubileo hacia el estudio anticipado de las Escrituras a partir de la Ley Mosaica. Este estudio captó la atención debido a que se habla acerca del Año Jubilar. Y para acomodar este año jubilar dentro de las iglesias bautistas independientes fundamentales (denominación a la cual pertenezco) ha de resaltar demasiado que el presente pasaje a estudiar, fue escogido de un leccionario.

A continuación, como es la costumbre, se hará un estudio bíblico inductivo acerca de la doctrina del Año Jubilar y cómo puede ser aplicado en la vida de la iglesia en un contexto ministerial dirigido a las personas con discapacidad.

¿Cuál es la idea principal del texto seleccionado?

En esta ocasión, nuestro Señor Jehová le habla a Moisés en el Monte de Sinaí. Algo tan curioso e interesante es que la tierra la cual el Señor Jehová le iba a dar a su pueblo escogido (Israel), esta iría a descansar al momento que Israel morase en ella. (vv.1-2). Durante doce años, el pueblo de Israel sembraría toda la tierra que Jehová les había dado, así también como para recoger de su fruto, más en el séptimo año, la tierra, he aquí, debería descansar, así como el pueblo de Israel (vv-3-4). Pero, ¿qué significa todo esto? Todo esto se relaciona al Año Santo que el Pueblo de Israel tenía designado por el Señor en el sentido de que estos le sirvieran a Él en todo sentido teológico-doctrinal de la palabra, pues todo lo que poseyera la tierra y cayese por naturaleza, la cosecha, he aquí, no debería hacerse debido a que el séptimo año era, sin duda alguna, un año santo (v.5), pero lo que viene ahora mismo es algo interesante: Es esa la tierra la cual brindaría el alimento y se pondría al servicio del pueblo de Israel, así también como para los animales domesticados por el pueblo (vv.6-7).

Todas estas actividades de reposo fueron, de cierto, calculados de manera peculiar por el mismo Jehová: “Y contarás siete semanas de años, siete veces siete años, de modo que los días de las siete semanas de años vendrán a serte cuarenta y nueve años (casi cincuenta años)” (v.8). Después de esa actividad, el propio Jehová manda a Moisés a tocar la trompeta en el mes séptimo, a los diez días del mencionado mes. Y ese día fue denominado “El día de la Expiación”, el cual hacía referencia a tocar toda una trompeta en honor a la tierra prometida designada por el Señor. Lo mejor viene ahora, y es que cada 50 años, el Pueblo de Israel tendría un Año Santo, que ese sería el Jubileo en ese entonces: “Y santificareis el año cincuenta, y pregonaréis libertad en la tierra a todos sus moradores; ese año os será de Jubileo, y volveréis cada uno a vuestra posesión, y cada cual volverá a su familia” (v.10). Los siguientes versículos explican que el año santo es el año Jubileo, y por ende, la tierra es la que les serviría a los israelitas en ese entonces, además de volver estos a sus posesiones (ósea, sus residencias).

En los vv. 14-17, es algo de leyes estudiar este pasaje, porque la justicia divina le exige al Pueblo de Israel que no se engañen los unos a los otros (vv.14,17). Algo interesante es que hay una ley sobre la venta (vv.15-16), en donde cada uno, dependiendo del número de años post-jubilares, he aquí decidiría cuanto venderle y comprarle al otro. Lo que se expone en el v.16 es claramente lógico, por cuanto menos años, poco se venderá, lo mismo cuando sean muchos años.

Como salutación final, el Señor mismo anima a Israel a guardar sus estatutos y ordenanzas, a fin de que todos estos vivieran seguramente en el país (vv.18-19).

¿Cuál es el significado del pasaje?

El siguiente pasaje tiene mucho que ver con el Derecho Religioso (Religious Law en inglés).  ¿Cómo aplicar los decretos puestos por el Señor mismo en un contexto neurodivergente y discapacitado? ¿Cómo se podría vivir un año “santo” dentro de la iglesia? ¿Cómo podríamos vivir un año de jubileo? Mi estimado hermano en condición de discapacidad, lo mejor que puedes hacer para implementar un programa de discapacidad en tu iglesia es que en el 25to aniversario de tu ministerio, he aquí como dinámica sea proponer un año de jubileo en conmemoración a tu ministerio. Esto se va a explicar en las otras sesiones, por lo que aquí, como es la acostumbrada estructura, es obligatorio citar a aquellos celebres teólogos, eruditos y comentaristas bíblicos que nos den un exquisito refresco de lo que significan estos pasajes.

“La exigencia de Dios indicaba que la tierra debía descansar después de seis años de siembra, cultivo y cosecha (vv.2-5). Durante el año sabático todos se alimentarían de lo que la tierra produjera por sí sola (vv.6-7). Esta actitud indicaría la dedicación a Dios (v.4) y sería un reconocimiento de que todo le pertenece. Para nosotros es una advertencia contra la codicia y un llamado de atención a vivir por la fe y confianza en Dios. El año sabático nos enseña que debemos usar la tierra responsablemente: Ella también necesita descansar. Sin embargo, las ansias de riqueza llevan al hombre a explotarla hasta el agotamiento.

Después que pasaban siete años sabáticos llegaba el año de jubileo, que sería el día del perdón (vv.8-9). Sería un tiempo de redención para la tierra y para sus habitantes, en el que las propiedades serían restituidas y los esclavos quedarían libres (v.10). La explotación de la tierra se evitaría con una tasación, que correspondería al tiempo en que quedó en manos del comprador y en proporción a la cosecha que todavía se podría obtener de la tierra (vv. 14-17,27). Los vv.18-22 exhortan al pueblo a la obediencia, afirmando que, si así proceden, la tierra dará su fruto y comerán hasta saciarse, y allí vivirán seguros (v.19). Como muestra de ello, en el año de jubileo la tierra, bajo la bendición de Dios, produciría lo suficiente para tres años.” (Tonolio, 2019)

“El año sabático y el año del jubileo pertenecen a ese gran sistema sabático que corre a través de las observaciones religiosas de la Ley, pero que descansan bajo lo moral que por lo religioso. Por lo tanto, no es por ninguna razón que hayan sido puestos aparte de los tiempos de cosecha, los cuales cayeron estrictamente dentro de la esfera de las observaciones religiosas” (Leviticus 25 Barnes’ notes, s.f.)

Principios claves con respecto al Jubileo y el año Sabático. Elementos cruciales en el Antiguo Testamento.

Principio Clave #1: La conservación del planeta (vv.1-7)

Luego de una exquisita bebida exegética por parte de dos comentaristas bíblicos (entre esos, un teólogo latinoamericano), he aquí se hace entender que todo lo relacionado con el pasaje selecto de cierto leccionario tiene que ver exactamente con la teología del perdón, así como la teología del año sabático. Cabe destacar que este pasaje, he aquí, ha de llevarme a cierta etapa de mi vida: la adolescencia. Tras mudarme de Bogotá a Barranquilla, cabe destacar que mi persona, he aquí, se encontraba, de hecho, en una crisis de fe. Puesto que, de alguna manera mi persona se sentía debilitada debido a que las personas de mi alrededor, he aquí no comprendían mis fijaciones. Y ese alrededor era la iglesia. Por lo que decidí tomarme un año sabático de no asistir a la iglesia. Muchos me hacían referencia a hebreos 10:25, que no debía de congregarme. Pues, después de mucho tiempo, me convencieron y regresé. Pero ese no es el asunto en estos momentos, por tan solo ser un flashback, pues el tema principal, según Tonolio, de los vv. 1-7, es la conservación del medio ambiente.

“Como siempre, las malas noticias predominan en los medios de comunicación y, mientras yo escribo en la comodidad de mi hogar en Devon, la catástrofe de Nueva Orleans ocupa titulares de informativos y primeras páginas en los periódicos. Lo que ha pasado es horrible, pero nos ha distraído del sufrimiento mucho mayor que causó el tsunami que en diciembre de 2004 arrasó la costa del océano Indico. Ese aciago suceso mostró lúgubremente el poder letal de la Tierra. Con solo un suspiro, el planeta en el que vivimos puede matar a decenas de miles de personas. Pero eso no es nada comparado con lo que puede suceder muy pronto; estamos abusando tanto de la Tierra que ésta puede rebelarse y volver a la elevada temperatura que tuvo hace cincuenta y cinco millones de años. Si lo hace, la mayoría de nosotros moriremos, así como la mayoría de nuestros descendientes. Es como si hubiéramos decidido encarnar el mito que narra Wagner en el añillo de los Nibelungos y ver nuestro Valhalla caer pasto del fuego que nosotros mismos hemos encendido” (Lovelock, 2007)

Esto no es cuestión de destruir el planeta Tierra, es cuestión de cuidar tanto la salud del planeta como del propio ser humano. Hasta el día de hoy, no entiendo por qué el Señor designó la Tierra para que el hombre viviese. Hubiese escogido los demás planetas no ocupados por nadie. O tal vez otra cosa. Es así como debemos de preguntarnos el por qué nacemos y es nuestro propósito en la tierra.

Aprovechando, de hecho, que esta parte del pasaje en cuestión, cabe destacar que muchos han de decir que los bebés (humanos) son, de hecho, parte crucial de la destrucción del planeta tierra. Ya sea por el tanto presupuesto que se necesita para poder sostenerlos, o más bien por otras cosas que sin duda, hace falta comprender el por qué de la situación. Cabe destacar que, en un tiempo, la sobrepoblación habría de decidir el futuro de la tierra. Y frente a este tema, muchos querían, de hecho, ponerle un fin a la sobrepoblación. Pero, ¿Por qué eliminar a la población? ¿Por qué esa insistencia de decir que los seres humanos somos la plaga? Es más, muchas de las ONG que trabajan para con la protección del medio ambiente son, de hecho, algo bastante explícitos a la hora de poder salvar la Tierra del exterminio humano.

Medio de acuerdo estoy con la religión del ambientalismo, y estoy en pleno desacuerdo con la deshumanización del planeta. En fin, no se puede exterminar una cosa y conservar la otra. Al contrario, se necesita que ambas vayan de la mano.

Como una persona dentro del Espectro del Autismo, existen toneladas de seres humanos autistas cuyo hiperfoco, tema e interés restringido es, sin duda alguna, la naturaleza. Y eso es bastante estereotipado en los medios de comunicación. Por ejemplos, hay dos series de Netflix que, según he visto, no necesariamente reflejan el verdadero autista común: “Atypical” (Rashid, 2017), y “La Extraordinaria Abogada Woo” (In-sik, 2022). ¿Se entiende por qué no necesariamente reflejan al autismo? Porque mi persona, de hecho, se considera el Mirabel Madrigal de los TEA. De hecho, en un artículo del EBA sobre 1 Corintios, he aquí explico exactamente que quise decir con ser el Mirabel Madrigal de la discapacidad.

Con todo esto explicado, y antes de ir con el otro principio, cabe destacar que el Señor mismo designó al hombre a ser propicie de conservar la tierra y los seres vivos que habitan en ella. Todo lo expuesto por mí en la presente sección del presente artículo, es claramente mi opinión expresionista frente a estos temas. Puesto que el tema principal del año sabático es ese. Cabe destacar que mi persona ha de maltratar mucho a la naturaleza (lo confieso), pero hay veces en las que debo tomar pulso y hablar bien de eso.

Sigamos con el siguiente principio.

Principio Clave #2: El jubileo (vv.8-17)

El presente principio tiene que ver bastante con lo que sería considerado un Año Santo:

Y contarás siete semanas de años, siete veces siete años, de modo que los días de las siete semanas de años vendrán a serte cuarenta y nueve años.

(v.8)

Esto es algo completamente matemático, algo que un Savant podría resolver, y claramente está en que esa persona no soy yo. Sin embargo, hay algo completamente interesante, y es el sentido de que el número 7 es un número santo o algo así. Sin embargo, la teoría del siete no es el punto de vista del pasaje estudiado; el mismo Señor nos manda a tocar la trompeta durante los siete días explicados en los vv.9-10, los cuales corresponden específicamente a la expiación, lo cual nuestro Señor Jesucristo, he aquí se sacrificó por ello. A partir de allí, he aquí se justifica en el v.10 el cierto significado de todo esto: La santificación del pentagésimo año del jubileo (ósea, un Año Santo), y es en medio de dicho año (dice el texto) que cada uno volverá a su posesión, y cada cual volvería a su familia. Se garantiza que, todo el año cincuenta (50), sería considerado un año santo. Y a cada paso, uno tendría que regresar a su tierra (v.13).

Los siguientes versículos, de hecho, tienen mucha sazón en cuanto a los derechos de propiedad. En el versículo 14, por ejemplo, se explica acerca las reglas de convivencia entre los prójimos y las ventas, con una explícita verdad escondida detrás de este versículo: El no engañarse cada uno (cf. Gálatas 6:7), y a partir del reconteo de los años de jubileo, he aquí se comprará lo que corresponde al prójimo. Y dependiendo de los años de los frutos, se pondrá he aquí el precio, todo dependerá de cuantos años haya sido la cosecha (vv.15-16). Esto termina con decir que el prójimo no haya de ser engañado (v.17).

Principio Clave #3: Guardar los Estatutos de Dios y ser Santos por ser Él mismo Santo (vv.18-19) (cf. 1 Pedro 5:15-16)

Todo lo resumido del presente pasaje del la Ley Mosaica hace explícita referencia al propio estudio de la Palabra de Dios en nuestras vidas. No obstante, el tema de la Tierra y su cuidado es claramente clave en el proceso de santificación del ser humano (tal como lo vimos en el principio clave 1), después viene algo completamente significante en lo que respecta el tema central del presente artículo del EBA: El Año Santo.

Cómo teólogo profesional de una universidad secular, así como posible líder del Ministerio de Discapacidad de mi iglesia bautista local, insto a todas las iglesias a considerar cada 50 años un Año Santo. Esto ciertamente varía de comunidad a comunidad, y obviamente hablando, de denominación a denominación. Mi deseo, mis estimados hermanos en la fe, es que cada iglesia local de gobierno congregacional, he aquí incentive el implementar un Año Santo, a fin de que el Señor se agrade conforme al mandato del Apóstol Pedro (1 Pedro 5:15-16).

Por qué considerarse un Año Santo cada 50 años. O más bien, ¿por qué considerar cada siete años un Año Santo en las iglesias locales? Básicamente la respuesta es esta: El Año Santo es bíblico.

Incentivo, he aquí, a cada iglesia bautista y no bautista a implementar un Año Santo en sus comunidades. Animo a los líderes eclesiales (sobre todo, a los pastores), a crearse un cianotipo para el año santo de su congregación. Sin duda alguna, esta metodología de la santificación y la santidad, he aquí funcionará. Un Año Santo podría, he aquí, incentivar a muchos hermanos en nuestras comunidades a crecer espiritualmente.

¿Como estos principios pueden relacionarse directamente con la vida espiritual de un TEA en la Iglesia?

Para finalizar, he aquí se necesita comprender en que puede relacionarse todo lo expuesto anteriormente en el presente escenario del EBA. Y es que el tema central del EBA es comprender el autismo desde una perspectiva bíblica y cristiana no confesional, por cierto.

Los dos temas centrales del presente pasaje sacado de la Ley Mosaica tienen, por cierta razón, una sazón explícita frente al tema central del EBA: El cuidado de la creación, así como el considerar un Año Santo dentro de las iglesias locales. Como una persona con TEA, cabe destacar que muchos dentro de esta discapacidad tienden a tener una relación más intima con el Señor que un cristiano del común. Y es que la mayoría de las iglesias locales (sobre todo, de lo que he vivido dentro de mi denominación y doctrina) tienden a exigir plenamente el ser anormal en el mundo. Hay una canción cristiana que se cantaba en el ministerio juvenil de mi iglesia local que se denominaba “¿Qué importa?”, una canción que aparenta a los cristianos como extraterrestres en el mundo. Además, hay un himno cristiano bautista llamado “EL Mundo NO es mi hogar”, en donde gran parte de su estrofa, he aquí, refleja el deseo de vivir bajo el amparo de Jesucristo, sin desear de algunos modos, la vida mundana: “El mundo no es mi hogar, soy peregrino aquí. En la ciudad de luz, tendré tesoros sí. Eterno resplandor, por siempre gozaré, y la vida mundana jamás desearé”, pues, así dice la letra de dicho himno. Es más, muchos dentro de las iglesias bautistas fundamentales e independientes, de hecho, han de incluir a ciertas personas que claramente necesitan atención, y excluyen a otras que no. Además, no están del todo interesadas en implementar un ministerio de discapacidad en sus comunidades de fe.

Debo aclarar algo, y que es la comunidad cristiana de discapacitados, he aquí, es la comunidad que más relaciones tienen con el Señor. No obstante, cabe destacar que lo único que quiere una empresa, es que su trabajador en condición de discapacidad, he aquí, haga caso a las ordenes que le mande su jefe (ya sea supervisor, o CEO). Es lo mismo que quiere Dios para con su siervo autista: Que obedezca lo que dice su Santa Palabra.

Angello Forero

Barranquilla, Colombia.

Referencias

Leviticus 25 Barnes’ notes. (s.f.). Recuperado el 06 de Junio de 2025, de BibleHub.com: https://biblehub.com/commentaries/barnes/leviticus/25.htm

Lovelock, J. (2007). La Venganza de la Tierra. Planeta.

Tonolio, R. (2019). Levítico. En R. Padilla, Comentario Bíblico Contemporáneo: Estudio de Toda la Biblia desde América Latina (pág. 256). Ediciones Kayros.

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